Otro paseante se suma al Arsenal, éste con un novedoso sistema de doble y triple.
Tallado en madera de pino de listón, no tiene demasiado laburo en sí.
En esta foto es el de la derecha.
Desde la concepción la idea era que tuviera un triple atrás y un doble debajo del cuerpo, con doble anilla, una sujetando el ojal y la trasera sosteniendo al doble. Será toda una incógnita, seguramente habrá señuelos hechos así pero sinceramente no vi ninguno.
Pintura, como siempre mi punto débil, pero aún no me apuro por mejorar esta parte, tal vez llegue el día de empezar a usar aerógrafo, pero por ahora me arreglo con pinceles y acrílico.
Laca y accesorios para darle el toque final.
Por ahora tiene un triple al que le corté una pata, cuando ande por la casa de pesca compraré unos dobles y se lo voy a cambiar.
Arranqué con varios paseantes, y este es un proyecto en el cual empecé a agregarle "complejidades" a mis señuelos.
Al tallado nornal le agregué las agallas y la marca de la boca.
La madera elegida es varilla de pino.
El tallado fue bastante simple a pesar de ser una madera bastante dura.
Una vez dada la forma y puesta la madre, llegó el momento de la masilla por inmersión.
Acá vino la otro innovación. Mi idea era hacer una técnica que nunca use hasta ahora, el craquelado.
Como soy impaciente y lo quería terminar hoy domingo, en vez de esperar al lunes a comprar un craquelador de 1 componente lo hice con plasticola, con un resultado fuera del deseado.
Le di una base de negro, plasticola y el verde. La idea era que después del verde, y ante la acción del secador de pelos, se debían abrir unas rajaduras que dejen ver las vetas negras. Eso paso a medias, pero como no me gustó mucho repetí plasticola y pintura verde. Empeoró un poquito más jajaja.
Acá dije, lo despinto y vuelvo a arrancar con la pintura. Pero me puse a pensar que tengo varios proyectos en camino, serán ellos los que queden mejor, y en todo caso, si tengo suerte, a este señuelo lo tendré que restaurar algun dia, asi que sera en ese entonces que quedará como yo lo quería ver.
Voy a comenzar este posteo contando la vez que estuve por perder el mejor señuelo que jamás haya tenido.
Y fue en una lagunita a la que frecuentamos "los locos del charquito". Después del enésimo pique y subsiguiente lance, al empezar a recoger el multi una extraña sensación recorrió mi cuerpo y heló mi sangre.... la línea venía vacía. Más allá no había nada más que ausencia.
La tristeza y desazón duró apenas segundos, los que alcanzaron para contarle a mi amigo de aventuras "El Gaita" lo que había sucedido y enfocar el lugar preciso en donde semejante objeto había caído. Tomé un par de camalotes de referencia y hacia allá fui, lo más raudamente que me permitiera el wader en el medio del agua y el barro.
A unos dos metros de distancia, y estando 50 centímetros abajo del agua, empecé a ver su brillo eterno, como si fuera un fruto de la naturaleza a punto de surgir de sus mismísimas entrañas.
Estaba ahí esperándome y siendo tan generoso que tal vez haya sido el único lance en una seguidilla inigualable de piques, en donde no llamó la atención a ninguna dientona, cosa que lo hubiera hecho desaparecer para siempre.
Al contarle a mi compañero que lo había recuperado, éste sabiamente me dijo la frase que quedó dándome vueltas por la cabeza hasta el día de hoy " tenes que clonarlo".
Y así fue. Me prometí hacer 3, por ahora y tal vez para siempre, solamente 3 clones. Y sus nuevos propietarios son las 3 personas que más se maravillaron por él, dos en vivo y el tercero de manera virtual.
PROCESO DE CLONACIÓN
Hoy ese proceso ha terminado. Y si bien uno nunca está 100% conforme con sus artesanales, me gratifica, aunque se vean a simple vista iguales, que cada uno tenga un carácter especial.
De ahora en más sólo me resta entregárselos a sus respectivos padres adoptivos, y ellos deberán darle el toque final, entre anillas, triples y porque no, una plumita.
Y tratar de que en breve vuelvan a casa tal vez, por alguna restauración, o como me gusta llamarlo a mi, a por unos mimos.
