Hace un par de meses había arrancado a hacer un señuelo especialmente pensado para quien es mi mayor compañero de aventuras señueleras: el Gaita.
Cuando le pregunté que tipo de señuelo prefería, no dudó en elegir un paseante.
Así que para ese lado enfoqué en tallado entonces.
Marcamos la madera primero, mejor hacerlo de ambos lados, tratando de que quede lo más simétrico posible.
Y ahora hace falta tiempo, paciencia y un cutter que corte.
Una vez logrado el contorno, ahora hay que rebajar los bordes.
Para eso rebajamos con cutter y después arrancamos con lija nro 80 y vamos achicando hasta 220. Se puede dar con lijas más finas aún. Pero como después va masillado, y la que uso lo deja tan liso que no merece más que eso.
Marcamos los puntos donde queremos que queden las tomas y hacemos la canaleta para poner el alma de acero.
Sellamos bien con la gotita y bicarbonato.
Le puse los triples para probar cómo quedaba en el agua. No hay foto.
Acá también falta alguna foto con la masilla, pero buieno, son varias manos por inmersion.
Y acá todo se complicó, le pregunté a su futuro dueño de que color lo quería, y me dijo que lo sorprenda. Así que arranque por darle un fondo blanco, y pasaron los días y no sabía como darle fin. Volví a insistir, y me volvieron a decir lo mismo, sorprendeme.
Hasta que finalmente apareció algo de inspiración, e imaginé algún pez herido, pero no por cualquier cosa, herido por las garras de un oso. Demasiada imaginación para un señuelo, pero pusimos manos a la obra.
Una vez terminada la pintura, solo quedaría la laca, varias manos de una que es más bien líquida y escurre bien.
Ganchos puestos y proyecto terminado
Costó pero salió nomás. Ahora sólo falta dárselo a su nuevo dueño, que no tiene idea de cómo quedó, ya que lamentablemente no entra al blog.
Espero que les guste.
Saludos, leito.
Volví al taller en estos días, para ir cerrando cuentas pendientes.
Naciendo en este posteo:
4 NUEVOS PASEANTES
Empecé a darle fin a dos paseantes, uno de ellos era el peor señuelo jamás hecho, pero por suerte me dí el gusto de no debutarlo, y enseguida volvió al taller para desguace y volver a nacer con otro aspecto.
No hay dudas de lo feo que era.
Entonces lo primero fue darle fuerza al cuerpo con la masilla
Luego lo pinté con acrílico negro, con la idea de hacerle un craquelado en blanco, pero en pruebas fuera del señuelo no quedé conforme, por lo que usé la técnica del cepillo de dientes para hacerle un salpicre a la pintura de base, solamente en la cabeza. Una vez hecho esto, solo faltaría hacerle los ojos, y le agregué unas cintas plateadas para cortar con tanta negrura.
El resultado final fue bastante aceptable, y un cambio considerable desde el señuelo inicial a este.
El otro aparecerá en otro posteo, en unos dias.
Espero les guste.
Saludos, Leito.
Nacido de una tanda de 4 Lipless, terminó siendo un modelo y pintura por lo demás original.
Pero arranquemos desde el principio.
Madera de kiri, muy bondadosa para el tallado, hasta demasiado facil resulta tallarla, que se parece a la manteca, cuando la dejamos un rato afuera de la heladera, y le pasamos un cuchillo por la parte superior, de esa manera se corta esta madera. Al menos los listones que me han obsequiado.
Una vez tallado el modelo, agujero de arriba hacia abajo, o viceversa, y ranura hasta atras para poder poner el alma de acero.
Es el momento de pegar con cianocrilato (la gotita), y asegurarlo con bicarbonato de sodio.
Una vez probado en el agua, tras poner contrapesos (no hay fotos), y conforme con su postura, flotando, con la cabeza hacia abajo en un angulo de 45 grados, llegaría el momento del baño en masilla automotor, diluida en thinner. El baño es por inmersión, y para darle una buena dureza, yo le hago unas cuantas inmersiones, al rededor de 10.
En este momento le hice caso a Cristian El Babayero, que me recomendó ponerle una aleta. Y así fue, que metí cirugía nuevamente, para agregarle la aleta.
Este cambio me hizo mirarlo desde otro ángulo, y empece a verlo de una manera en la que ya no hubo vuelta atas.
Boquita de acrilico rojo
dientes de contact blanco
y ojitos de acrílico negro, no hacía falta mucho mas.
Finalmente unas cuantas manos de laca, también unas 10 para darle fin a este señuelo Lipless Baby Shark.
Habrá que ver si se le animan los depredadores.
Se va para Uruguay, a ver si sorprende a las taruchas Orientales....
Saludos.
